En un canal de comunicación vía satélite, existen dos índices de medida de prestaciones:
THROUGHPUT:
Para obtener un throughput elevado es necesario minimizar el número de
retransmisiones. Esto es especialmente importante si se emplea un
control de flujo basado en un GO-Bask-N.
COSTE:
El coste de una estación terrena es proporcional al nivel de potencia
requerido en la transmisión de datos. Por esta razón habría que
minimizar este nivel de potencia a la vez que se mantiene la relación
señal a ruido en el receptor.
Las
ráfagas de errores afectan negativamente a las prestaciones de las
capas ATM y AAL, para resolver este problema existen dos soluciones:
1.-
Empleo del código Reed-Solomon externo sobre una codificación
convolucional y decodificación de Viterbi de tal forma que los códigos
externos corrijan los errores producidos en los códigos internos. El
principal problema es que los códigos externos consumen ancho de banda
(del orden 9 por 100 a 2 Mbps).
2.-
Empleo de técnicas de entrelazado, los códigos CRC de las capas ATM y
AAL son capaces de corregir errores de un bit. Por tanto si los bits de N
cabeceras se entrelazan antes de la codificación, la posible ráfaga de
errores se habrá extendido sobre N cabeceras de tal manera que es muy
probable que a cada cabecera le afecte solamente un bit. El precio a
pagar es un mayor retardo.
De
estas dos opciones la que mejor resultados ofrece es la codificación
RS, de hecho pruebas realizadas en la banda C a 2,048 Mbps han
conseguido tasas de error de 10 a la menos nueve durante el 99,96 por 100 del año incluso en zonas de alto nivel de precipitaciones.